10/12/2018 0 Comentarios PABELLÓN DE ÁLAVA En la entrada de hoy, queremos daros a conocer uno de los muchos pabellones de la Feria Internacional del Campo, el pabellón de Álava (Fig. 1), actualmente en uso por la Asociación Madrileña de Empresas de Restauración (AMER). Está situado en la zona oriental de La Casa de Campo, denominada la zona más pintoresca, reducida prácticamente a los pabellones provinciales que han sobrevivido, configurando un eje gastronómico (Paseo de la Gastronomía) [1], y con localización exacta en Calle Ferial, 0 S/N (Feria del Campo), 28011 Madrid (Fig. 2). Fig. 1. Pabellón Álava de la Feria Internacional de Campo, Madrid. Imagen de J.L. de Diego Fig. 2. Geolocalización de AMER a través de Google Maps, vista satélite. Nos gustaría destacar los valores de este pabellón de carácter regionalista, tanto el valor artístico-estilístico como el de su valor de uso. Por un lado, su carácter arquitectónico se centra en la representación de una casa rústica de la provincia de Álava (Fig.3), y, por otro lado, son interesantes las distintas actividades que se llevaban a cabo dentro del pabellón organizadas por AMER, asociación que representa de manera específica a la Restauración de nuestra Comunidad, el colectivo más importante de la restauración madrileña; gracias a la iniciativa privada mediante la Asociación de Restauradores de Madrid, situada en el pabellón de Álava [2], se está llevando a cabo la rehabilitación y adecuación de diversos pabellones provinciales en restaurantes de calidad, salvando del derribo dichos pabellones que en el menor de los casos no dejan de ser curiosas obras arquitectónicas al tipo de un pueblo español como el de Barcelona o Palma de Mallorca [3]. Fig. 3. Ejemplo de casa rural de Álava, País Vasco. Este pabellón surgió en los años 50 con la inauguración de la exposición de la Feria del Campo celebrada en Casa de Campo. Se trataba de un certamen al que acudían las distintas provincias españolas y algunos países americanos, trayendo muestras de lo mejor de la cabaña ganadera, productos agrícolas, cerámica, etc. Así como lo último en material agropecuario que se entremezclaba con los aperos tradicionales en los distintos pabellones provinciales. La Feria estaba configurada como una mini ciudad con pabellones erigidos con arreglo a las características arquitectónicas de cada provincia o reproducciones de los monumentos más emblemáticos. Se entiende que con el fin del régimen del general Franco llega también el fin de la Feria del Campo, dejando caer en el olvido y mantenimiento la gran mayoría de los pabellones existentes [4].
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